viernes, 15 de marzo de 2013


Espacio necesario.
El espacio de que disponemos en el hogar es un factor importante ya que las boas, junto con las anacondas y las pitones, son serpientes gigantes, aunque de estas tres, la menor es la boa.
En concreto, las boas constrictoras pueden llegar a medir entre 2,5 y 5 metros de adultas, por lo que necesitan de un espacio suficiente para tenerlas en casa, de hecho, cuanto mayor espacio tengan para poder moverse, mejor. Como mínimo, una boa constrictora adulta deberá tener un espacio de 2 metros.
Debemos tener en cuenta en peso de la serpiente a la hora de manejarla, ya que pueden superar fácilmente los 20 kilos.
Longevidad.
Además de todo esto, otro factor importante a la hora de elegir este animal como mascota es su longevidad. Estas serpientes alcanzan fácilmente los 20 años de vida, por lo que deberemos tenerlo en cuenta para cambios futuros en nuestras vidas como por ejemplo cambios de casa, matrimonio, niños, etc.
Mantenimiento.
Para mantener bien alimentadas a las boas podemos comprar su alimento en tiendas de mascotas. Su coste será parecido al de mantener a un perro.
De adultas pueden comer unos cuatro conejos al mes, más o menos, dependiendo de la especie, de su apetito, de la época del año, etc.
Son animales que comen una vez por semana o por quincena, la limpieza de su espacio debe realizarse una vez al mes, no requieren de mucho tiempo y además no dan mal olor a la casa.
El lugar para tenerlas se llama terrario y además de tener unas dimensiones adecuadas al tamaño de la boa, debe contar diversos aparatos que le proporcionan a la serpiente la calefacción y humedad que necesita.
Peligrosidad.
Tratándolas adecuadamente y con cuidado, el riesgo se reduce al mínimo. Aún así, no debemos olvidar que son animales salvajes con instintos.
Pueden acostumbrarse a nuestra presencia y a que las manipulemos, pero si algo las asusta, pueden reaccionar mordiendo.
Si algo que les hacemos les molesta, también pueden atacarnos. Otros casos de mordeduras es porque la serpiente confundió la mano de su dueño con comida.
La elección de nuestra boa es el primer paso y el fundamental a la hora de tener este animal como mascota. Por ello, realizaremos un examen visual y táctil del animal para cerciorarnos que tiene buena salud y buen carácter.
Examen físico de la serpienteEn el examen físico nos fijaremos en los ojos de la serpiente, deberán ser brillantes y estar alerta.
Su cuerpo deberá ser redondeado y sin heridas. Si tiene irregularidades puede deberse a costillas quebradas.
Cuando la cojamos, normalmente se enroscará en nuestro brazo. Si saca la lengua frecuentemente es síntoma de buena salud.
La boca también debe pasar revisión. Deberá estar limpia y sin heridas ni manchas. Su saliva debe ser de un color transparente y la boca de color rosado.
Si tiene puntitos oscuros moviéndose por el cuerpo, normalmente se tratará de parásitos externos. Hay que tener cuidado ya que se contagian muy rápido.
Si la serpiente no se molesta en exceso en el examen, será síntoma de que su carácter es dócil.
Las serpientes son animales que están presentes en diferentes hábitats en todos los continentes, excepto la Antártida.
Debido a su físico, sin patas ni garras, las serpientes se alimentan engullendo a sus presas, debiendo tragárselas enteras.
Por este motivo su metabolismo, así como su digestión, es lenta.
El secreto de su digestión reside en sus jugos gástricos y en su veneno, en caso de ser venenosa.
El jugo gástrico de las serpientes tiene un ph muy ácido, lo que le permite digerir incluso los huesos.
Además, las serpientes venenosas utilizan su veneno para romper los tejidos antes que entren en acción los jugos gástricos.
La dieta de su alimentación es variada. Normalmente son carnívoras y deben ingerir a su presa recién muerta. La mayoría se alimenta de animales de sangre caliente, aunque hay especies que basan su alimentación en huevos de aves y otros reptiles.
La periodicidad con la que se alimentan depende de la edad, del tamaño de la presa y de la temperatura ambiental.
Las serpientes venenosas tienen ese veneno gracias a la secreción que producen sus glándulas salivales. Su composición depende de la especie de serpiente pero básicamente son proteínas específicas.
Cuando muerden a sus presas, les traspasan dos clases de venenos, los protelíticos y los neurotóxicos. El primero actúa sobre las proteínas de las células, destruyéndolas. Y el segundo provoca fallos pulmonares y cardíacos en las presa.
Las serpientes no atacan sin motivo. Además, son de gran utilidad para controlar el crecimiento de pequeños roedores.
Las serpientes son animales vertebrados que pertenecen a la clase de los reptiles. Los reptiles hicieron su aparición hace aproximadamente 280 millones de años y hace unos 135 millones de años aperecieron los primeros ejemplares de ofidios, que agrupan a todas las serpientes que existen hoy en día.
Existen alrededor de 2.660 especies de serpientes, cuya longitud puede variar desde unos pocos centímetros hasta superar los 10 metros. Se dividen en dos grupos: los escolecofidios, con unas 260 especies, y los aletinofidios, con más de 2.400 especies.
Las del primer grupo son pequeñas y no tienen veneno. Viven en climas tropicales o cálidos y se alimentan de pequeños animales que normalmente viven dentro de la tierra.
El segundo grupo comprende mayor diversidad en cuanto a tamaño se refiere. Están adaptadas a todo tipo de hábitat: terrestre, acuático, en los árboles o excavadoras.
Tienen las mandíbulas inferior y superior diferentes y pueden separarlas. Pueden tragarse a presas que les superan en tamaño.
En países como Egipto, estos animales eran considerados sagrados.
Otros países como China o Japón, y otras civilizaciones como los incas, los mayas y los aztecas, también divinizaban a este animal.
FamiliaDescripción
Atractaspididae (atractaspididos)de las madrigueras, víboras toperas, serpiente estilete.
Colubridae (colúbridos)La mayoría son inofensivas, pero otras tienen saliva tóxica y al menos cinco especies, incluyendo la boomslang (Dispholidus typus), han provocado la muertes de humanos.
Elapidae (elápidos)Cobrasserpientes de coralkraitsmambasserpientes de mar, kraits marinas y elápidos de Australia.
Viperidae (vipéridos)Víboras verdaderas y víboras de foseta, incluye a serpientes de cascabel.

Boas y pitones

Las familias de los bóidos y de los pitónidos reúnen las especies más primitivas de serpientes, como lo prueba el hecho de que todavía conserven rudimentos de patas posteriores. Carecen de veneno y matan a sus presas por constricción, enrollándose a su alrededor hasta que se asfixian. Incluyen las serpientes actuales más voluminosas, como laanaconda y la pitón reticulada. Las pitones miden normalmente entre 1 y 6 m, aunque algunas especies están entre las serpientes más largas existentes; la pitón reticulada ostenta el récord de la serpiente más larga, con 10,32 m.10
Culebra de escalera (Elaphe scalaris).

[editar]Culebras

La mayoría de las serpientes vivientes pertenecen a la familia de los colúbridos, que comprende muchas especies inofensivas y de mediano tamaño como la culebra de agua europea (Natrix maura), la culebra lisa meridional (Coronella girondica) o la culebra de escalera (Elaphe scalaris), y algunas moderadamente venenosas, con dientes opistoglifos(situados en la parte posterior de la boca), como la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus); la culebra arborícola del Cabo (Dispholidus) es una de las pocas especies cuya mordedura puede ser mortal para el hombre.4
Cobra de anteojos (Naja naja).

[editar]Cobras, mambas y corales

La familia de los elápidos incluye las cobras, las serpientes de coral, las mambas y lasserpientes marinas todas ellas extremadamente venenosas y potencialmente mortales para el hombre; los colmillos son pequeños y están situados en la parte delantera de la boca (proglifos); su veneno tiene una acción principalmente neurotóxica. Todas las serpientes venenosas australianas pertenecen a este grupo. Los elápidos terrestres son similares a los colúbridos; casi todos tienen cuerpos largos y finos, cabezas cubiertas por grandes escamas y no siempre diferenciadas del cuello, y ojos con pupilas redondas. Además, su comportamiento es, por lo general, bastante activo, y muchas especies son ovíparas. Las mambas (Dendroaspis) son arborícolas y son muy ágiles y rápidas. Las serpientes de coral poseen sus vivos colores de advertencia ya que son muy venenosas (aposematismo), entre los que predominan amarillo, rojo y negro; no son muy peligrosas para el hombre ya que son de pequeño tamaño y abren poco la boca, lo que hace difícil que puedan morder. Las cobras (Naja y Ophiophagus) son muy conocidas por su aspecto amenazante y su mordedura; habitan en zonas tropicales y desérticas del sur de Asia y África; despliegan una especie de "capucha" en la zona de la cabeza y el cuello cuando están irritadas o en peligro, gracias a las largas costillas cervicales; es un gesto de advertencia ante un posible enemigo.

Muchas especies usan veneno para inmovilizar o matar a sus presas. El veneno es una saliva modificada y se inyecta gracias a los colmillos.6 Los colmillos más especializados (vipéridos) son muy largos y huecos, y actúan como verdaderas agujas hipodérmica que se clavan profundamente e inyectan el veneno. Otros tipos de colmillos, menos especializados, poseen una simple acanaladura en su margen posterior por la cual desciende el veneno (cobras).
El veneno de las serpientes es con frecuencia específico para sus presas, y su papel como mecanismo defensivo es secundario. El veneno, al igual que todas las secreciones salivales, posee agentes que realizan una predigestión de los alimentos; por tanto, incluso las serpientes "no venenosas" pueden causar daños en los tejidos.6
El veneno está constituido por una compleja mezcla de proteínas que actúan como neurotoxinas (que atacan el sistema nervioso),hemotoxinas (que dañan la sangre), citotoxinas (dañan los tejidos), bungarotoxinas y muchas otras sustancias que pueden afectar al organismo de diferentes maneras; casi todos los venenos de serpientes poseen hialuronidasa, un enzima que destruye el ácido hialurónico, que es el cemento que mantiene unido el tejido conjuntivo que, por tanto se disgrega facilitándose así la rápida difusión del veneno.7